Juan: no es que sea algo, como digo yo, no propio para ponerte una medalla, porque lo que has hecho es responsabilidad y es lo que creo que tenemos que hacer los adictos, pero sí es cierto que ha sido un camino duro.
Jesús: al final cuando uno deja de tomar, y se ingresa, está con un equipo adecuado, y me acuerdo las terapias individuales, cómo me hicieron esa radiografía completa de mi vida, de por cómo actuaba, como actuaba en base a todo eso, yo lo viví… fue muy duro, lloré muchísimo, me acuerdo de tener días de de ver mi realidad de años y años, mi modus operandi, cómo había actuado con mis seres queridos, con mis familiares por acción o por omisión, hablándoles con desprecio o no contestando las llamadas, y cuando uno ve eso, es pero ahora desde la retrospectiva, ese proceso de sanación, fue muy duro, pero fue muy bonito también. Tengo muy buen recuerdo contigo, con con los psicólogos, es el entenderse a uno mismo y ver que también otros han pasado por ahí, que no es que lo hayamos hecho conscientemente, sino que hemos sido víctimas de una enfermedad, pues también te te quita un poco esa culpa, que te ayuda a aliviar la culpa.