En mi recuperación han habido varios momentos de inflexión, pero marcaría como algo importante las terapias grupales. Hay momentos en los que una frase ,un detalle de un compañero o un consejo del terapeuta hacen que tu cabeza haga un clic, ese clic es lo que te hace continuar en el camino o no continuar en el camino.
Venía cargado de mucho de mucho peso. En la recuperación, cuando empiezas, todo es muy duro, vas cargando la mochila, todo te cuesta mucho, no puedes decidir nada. Si no consigues esa mochila descargarla, no puedes seguir tu camino.
Hubo un momento en los que dijeron: «Pues mira, estoy en el pozo este del abandono y tengo que salir de aquí y tengo que salir de aquí expulsándolo, y yo solo tengo el poder». Y a partir de ahí seguí el camino.
